Este artículo es originalmente publicado en:
En los últimos 25 años, la investigación científica ha cambiado drásticamente el concepto y el manejo clínico de la lumbalgia. La mayoría de los hallazgos por la imagen, incluyendo los degenerativos, reflejan peculiaridades anatómicas o propias del envejecimiento normal, y resultan clínicamente irrelevantes; las pruebas de imagen sólo han demostrado ser útiles cuando se sospecha enfermedad sistémica o existe indicación quirúrgica por compresión medular o radicular persistente. El informe radiológico debe indicar los puntos clave de la compresión neural, soslayando otros hallazgos intrascendentes. Muchos tratamientos han demostrado ser ineficaces, y algunos contraproducentes, pero existen incentivos económicos y demandas asistenciales para seguir prescribiéndolos. Aplicar las pautas de manejo clínico comprobadamente efectivas mejora los resultados clínicos, disminuye la iatrogenia y reduce el derroche injustificado de gastos sanitarios.
In the last 25 years, scientific research has brought about drastic changes in the concept of low back pain and its management. Most imaging findings, including degenerative changes, reflect anatomic peculiarities or the normal aging process and turn out to be clinically irrelevant; imaging tests have proven useful only when systemic disease is suspected or when surgery is indicated for persistent spinal cord or nerve root compression. The radiologic report should indicate the key points of nerve compression, bypassing inconsequential findings.
Many treatments have proven inefficacious, and some have proven counterproductive, but they continue to be prescribed because patients want them and there are financial incentives for doing them. Following the guidelines that have proven effective for clinical management improves clinical outcomes, reduces iatrogenic complications, and decreases unjustified and wasteful healthcare expenditures.